Nuestra historia

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La Casa de Andalucía de Lleida nace en 1981, justo cuando la democracia en España empieza a consolidarse después del fallido golpe de Estado. Los primeros pasos de la entidad, presidida por José Ramón Barajas, no estuvieron exentos de dificultades burocráticas para inscribir la asociación en el Gobierno Civil. La entidad, cuya sede social estaba en la calle Panera y posteriormente en un altillo de la calle Condes d’Urgell, nació con un cierto aire de clandestinidad en una Lleida que veía como los andaluces, que en su mayoría habían llegado a la capital de Ponent en las décadas de los 50 y 60, ahora querían hacer sentir su voz para no olvidar sus raíces. Este espíritu reivindicativo y, a su vez, de reconocimiento a Cataluña como tierra de acogida es el mismo que se ha mantenido hasta nuestros días, como un indeleble hilo conductor que han recogido las siguientes generaciones.

A José Ramón Barajas le sustituyó Antonio Espinosa Ortega, quien fue el protagonista a principio de los 90 de integrar en la Casa de Andalucía a la Peña Bética y a la Peña Taurina. Con Espinosa la casa vive un verdadero momento de esplendor gracias al traslado de la sede al número 27 de la calle General Brito (tras un breve paso por el edificio Calpe Toló de Cappont, precisamente nuestra sede actual) donde se crea la Escuela de Baile, un grupo de teatro y otro de poesía.

Maribel Pardo Rodríguez continúa con el legado durante 13 años. En el 2000, la entidad se traslada a los bajos del número 15 de la avenida Madrid. En ese mismo año Antonio Estévez Estévez asume la presidencia de la asociación.

En el 2003, Estévez impulsa la celebración de la primera Feria de Abril de Lleida en el Turó de  Gardeny, gracias al empuje de la Escuela de Baile dirigida por Alexandra Jiménez desde 1999.

Un año después, en 2004, Luis Serrano Ruiz sustituye a Estévez en una asamblea cuyos resultados no aceptó el presidente saliente. Estévez crea el Centro Andaluz Terraferma con sede en la calle Bisbe Messeguer, número 1. Bajo su mandato sale por vez primera, a pesar de cierta oposición institucional y eclesiástica, la procesión del Silencio por las calles del Casc Antic.

Por su parte, desde la Casa de Andalucía y ya desde época de Maribel Pardo se crea la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío y Cofradía de Nazarenos del Santo Crucifijo de la Casa de Andalucía de Lleida, que procesionaba el Domingo de Ramos con el paso del Santo Crucifijo de la Hermandad de los Dolores. Con la posterior fusión de las dos entidades, la Casa de Andalucía se hizo cargo de la Procesión del Silencio, reconocida por el obispado de Lleida el 9 de junio de 2006, siendo hermano mayor José Manuel Gómez. Estos estatutos siguen siendo vigentes a fecha de hoy.

En el ámbito cultural, Serrano consolida la Feria de Abril y potencia unas jornadas culturales, en torno al Día de Andalucía, llenas de actos entre los que destacan el Premio Andaluz del Año (en la primera edición del 2007 se nombró al empresario granadino José Antonio Romero Polo), el multitudinario Concurso de Migas y el homenaje anual a una provincia andaluza en el Salón de Plenos de la Paeria. Este esfuerzo fue reconocido en el 2005 por la Junta de Andalucía con el prestigioso Premio Comunidades Andaluzas en el Exterior. Un año después se crea el certamen Balcón Poético Antonio Gutiérrez.

Paralelamente, Estévez es sustituido al frente del Centro Andaluz Terraferma por Juan Noguero Modrego (2005), quien junto a Serrano, y el beneplácito institucional, se proponen unir de nuevo a los andaluces bajo un mismo techo. Esta tarea unificadora es la que se le encomendó al presidente actual, Jordi Solana Aguilera, quien fue elegido por la asamblea de la Casa de Andalucía el 11 de noviembre del 2007.

El camino hacia la unión tuvo que superar algunos obstáculos, ya que durante el primer año la Casa tuvo dos sedes sociales (la de la avenida de Madrid y la de la Calle Bisbe Messeguer) y se tuvieron que compaginar las diferentes actividades en cada una de ellas. No obstante, los andaluces de Lleida salimos reforzados de aquella apuesta al disfrutar de un incremento de los grupos y vocalías.

Esta unión no hubiera sido posible sin la generosidad de todas las partes y del trabajo de la junta directiva de la que se rodeó Solana desde el primer momento, entre los que ejercieron como vicepresidentes el propio Noguero, Francisco Candeas Bermujos y Vicente Estévez Estévez; y como secretaria, Eva Salafranca Mendoza.

En septiembre del 2009 la Casa de Andalucía se traslada a la actual sede de la Avenida Alacant ocupando todas las plantas del edificio conocido como Calpe-Toló, y que había alojado un hotel municipal de entidades asociativas. El nuevo local ha servido como revulsivo para consolidar todas y cada una de las actividades que a lo largo de la historia nuestra asociación ha ido desarrollando.

En estos momentos la Escuela de Baile recobra mayor importancia, porque de ella parte la actual renovación de la junta directiva, formada por madres y padres de los más pequeños que cada tarde se dan cita en nuestra Casa.

La Paeria ha reconocido en multitud de ocasiones la importancia de la Casa de Andalucía. La plaza Blas Infante, en el centro de la canalización del Segre y puerta de Lleida desde el barrio de Cappont, es un verdadero homenaje a todos los andaluces que un día dejaron su tierra para convertir Cataluña en su hogar y el de sus hijos.

La vida cultural de Ponent no se entendería sin la aportación de la Casa de Andalucía. La Feria de Abril ya forma parte de las fiestas de Lleida, siendo el tercer evento más multitudinario de la ciudad y que da el pistoletazo de salida a la Festa Major.

Todo este patrimonio social y cultural es el fruto de la enorme aportación altruista de los muchos voluntarios que, desde dentro y fuera de la Junta Directiva, trabajan cada día para hacer posible que el legado de nuestros mayores tenga un futuro prometedor.